La seguridad, el principal desafío para las empresas con ecosistemas 'edge'

El edge computing se ha transformado en una infraestructura clave para la transformación digital de las empresas, pasando de ser un caso de uso de nicho a ser una posibilidad para todo tipo de organizaciones e industrias que buscan aumentar su potencia de cálculo y reducir los tiempos de latencia en el procesamiento de datos. Sin embargo, la expansión de su implementación ha hecho surgir nuevos riesgos y desafíos de seguridad a los que las compañías deben estar atentas. 

Así lo confirma un estudio realizado por Red Hat y S&P Global Market Intelligence, en el que se muestra un aumento en el interés de los ejecutivos por el edge computing. Según el informe, un 68% de los profesionales de TI tienen previsto invertir en proyectos edge nuevos y existentes en los próximos dos años.  

Para Rosa Guntrip, senior manager de OpenShift Product Marketing en Red Hat, “se trata de una buena estrategia, teniendo en cuenta la agilidad y el procesamiento de datos que proporciona a las organizaciones. Los casos de uso de edge seguirán ampliándose con estas inversiones, y veremos casos prácticos aún más interesantes en todos los sectores”. 

Sin embargo, advierte que “su amplia adopción hace indispensable priorizar tanto la seguridad como la protección de los datos, especialmente cuando los dispositivos o sistemas edge se extienden por el perímetro de la empresa. La seguridad del edge computing no puede gestionarse tan fácilmente por los administradores de red como cuando los sistemas son locales o se encuentran en la nube”. 

Mientras que las empresas que escalan eficazmente los despliegues edge pueden ser más eficientes y ahorrar en costes, los miles de servidores edge y dispositivos IoT (Internet de las Cosas, por sus siglas en inglés) amplían la superficie de ataque para los ciberdelincuentes. 

Esto presenta importantes retos para las organizaciones. Según el estudio, entre los principales están la seguridad de los datos, las redes y los dispositivos, así como la seguridad física/digital. “Este reto pone de manifiesto los aspectos en los que nuestros entrevistados creen que sus esfuerzos en el edge pueden verse obstaculizados a medida que escalan y prueban nuevas formas de trabajar”, comenta Guntrip. 

De hecho, las tres principales preocupaciones relacionadas con la seguridad del edge tuvieron que ver con los ciberataques de agentes internos (70%) y externos (69%), seguidas de las vulnerabilidades conocidas o desconocidas, debido a la incapacidad de mitigar su explotación.

Guntrip asegura que “las empresas reconocen los riesgos crecientes de la expansión de las infraestructuras edge. Sin embargo, la inversión en herramientas y procesos que refuercen sus sistemas edge frente a los ataques -incluida la seguridad shift-left, la gestión de la cadena de suministro de software y la detección de intrusiones- puede limitar esos riesgos mientras sigue cosechando los beneficios empresariales del edge computing”. Para ello, es necesario un stack completo de capacidades de seguridad edge que abarque la cadena de suministro, la red, los datos, los dispositivos físicos y los endpoint, además de un ecosistema de partners y proveedores de software de confianza que garanticen la resiliencia operativa y el éxito de los proyectos a largo plazo.